Relatos de la casona

Relatos de la casona
Casona.

viernes, 30 de diciembre de 2016




EL PAN DEL DÍA DE AÑO NUEVO.


Por
Juan Cid.


10 de noviembre de 2016.

            Hay días que parecen siglos, sobre todo si estás en una ciudad que no es la tuya y estás esperando que te arreglen la motocicleta. Sí, está claro que esos días son más largos de lo normal. Uno se exaspera por la parsimonia con la que se lo toman en el taller. No te queda más remedio que pasear calle arriba y calle abajo esperando a que suene el teléfono y poder recoger la montura y regresar a casa con tranquilidad. Pero eso no sucede. Das vueltas de un sitio a otro, tomas un té en un bar, tomas otro en otro sitio, visitas locales curiosos, bonitos, acogedores,… La verdad es que no paras de caminar y tampoco eres capaz de poner el huevo en ningún sitio. Consultas tu móvil una y otra vez esperando un mensaje, una notificación, algún chascarrillo, cualquier cosa que te entretenga y te haga más llevadera la espera. Una espera que ya desespera. La última noticia del taller es que no podrá estar reparada antes de la media tarde. Y eso es mucho tiempo, sobre todo si llevamos esperando desde primera hora de la mañana. Por si fuera poco, ¡hace un frío de mil demonios!

            Leo busca un sitio donde comer. Está cansado de vagabundear. Y eso que la burra estaría reparada en media mañana. Sí, menuda mañanita, y menudo día se avecina. Ya son cuatro las horas que lleva recorriendo la ciudad.

            -Dígame, ¿tienen menú del día?

           -Pues claro, tenemos platos de cuchara y platos de tenedor. ¿Le apetece un bacalao con papas al pimentón? También tenemos ensaladas, si lo prefiere. De segundo le recomiendo el estofado de ternera. ¿Le parece bien?

            -Sí, por favor. Y para beber quiero agua fresca si es posible.
            
             Justo antes de comer, el teléfono móvil comenzó a vibrar. Era un mensaje instantáneo de Luis. Quería saber que tal iba todo. Leo le cuenta lo de la burra y como lleva el día entero perdido casi vagabundeando. Chatean un rato y se ríen de todo un poco. Bromean, como los viejos amigos. De repente -¡órdago a la grande!- “Leo, ¿por qué no te vienes en Nochevieja a cenar con nosotros a Asturias?”. 

            -¿Una Nochevieja fuera de Prado del Cea? ¡Ni de coña! ¡Es el concurso anual del pan de Año Nuevo! Y, como el año pasado quedé finalista, este año seguro que gano el primer premio. No puede ser. Tengo que quedarme en el pueblo y competir para ganar. Verás, es que aquí hay una centenaria tradición que manda que cada casa, cada familia tiene que preparar un pan especial para este día. Un pan que tiene que ser exclusivo, diferente. Un pan memorable, cuya receta entre en la historia de la localidad. Un pan que será recordado por todo el año entrante. Además, no sé quién cuidaría de mi perro. Te agradezco la intención, pero creo que no podrá ser,… ¡Qué narices! ¡Qué le den morcilla al concurso! Creo que sí que me voy con vosotros.

            -Estupendo, Marián se pondrá muy contenta cuando le diga que vienes. No se hable más, te esperamos en Asturias. Y, el perro se puede quedar solo una noche tranquilamente, que él no sabe que es Nochevieja y, además, tiene su caseta acondicionada, así que si le dejas comida abundante no tendrá penas.

            -Pues tenéis razón, contad conmigo. Allí nos veremos.

            Leo parecía otra persona desde aquel momento. Devoró con gusto el menú del día que le sirvieron y se armó de paciencia esperando que le entregasen la moto. Cosa que no sucedería hasta las diez de la noche. Una noche en la que el clima no estuvo de su parte: lluvia, granizo y ventisca se juntaron en su camino de regreso a la casona. Un viaje de más de una hora en el que nada ni nadie le pudo borrar la sonrisa de la cara.
***************    
           
Hoy es treinta y uno de diciembre. Leo está en la cocina preparando su pan de Año Nuevo. Sabe que este año no competirá, pero está feliz ultimando su receta. Ha decidido hacer un pan picante con chiles y guindillas a tutiplén. Nunca nadie había hecho algo parecido. Será el triunfo de una vocación de creatividad y buen hacer. Además, no hay que estresarse, ya que no hay que rivalizar. Lo comeremos juntos los buenos amigos en paz y armonía, se dijo.

Mientras amasaba el pan, Leo empezó a recordar como conoció a Luís y a Marián. Recuerda el día que les presentó Rocío. Se le vienen a la cabeza un montón de cosas buenas, de meriendas, de parrilladas en la casa que ellos tenían también en el pueblo. De como la amistad se fue haciendo cada vez más estrecha,…, y también del día en el que vendieron su casa y se despidieron. Eran tantas las cosas en que pensaba, que de repente, del horno vino un olor a churruscado. -¡Vaya, así no ganamos el premio! Pensó entre risas.

******************

El tren que llevaba a Leo hasta Asturias tenía que hacer transbordo en León. De todas formas, era un tren rápido, cómodo y hasta cierto punto nuevo. Leo, sentado junto a la ventanilla, no paraba de mirarlo todo con curiosidad cuasi gatuna. Todo le llamaba la atención, todo le parecía novedoso. Aquél viaje representaba todo un acontecimiento. Era la primera vez que pasaría una noche fuera del pueblo en varios años.

Llevaba el pan de Año Nuevo bajo el brazo junto a su escaso equipaje: una muda de ropa, unas botellas de vino, unos pastelillos navideños y poco más. El pan, todavía caliente se olía con agrado en todo el vagón. Un soldado que viajaba a su casa de permiso, una pareja de monjas y un grupo de estudiantes eran todas las personas que compartían el viaje.  El revisor llegó de improviso pidiendo los billetes a todo el mundo. Las risas alocadas del grupo de estudiantes eran la nota alegre del día. Pronto llegaríamos a Gijón, la megafonía anunciaba el final del trayecto.

En el vestíbulo de la estación estaban esperando Luis y Marián. Un saludo, un abrazo, un café y sobre todo muchas ganas de hablar.

-¿Qué es eso que llevas bajo el brazo?

-El famoso pan de Año Nuevo. Ahora lo comeremos. Veréis que cosa más buena, jajaja. Siento no poder optar al primer premio, pero seguro que es el mejor pan que comeremos en todo el año.
-¿Entonces lo del concurso ese iba en serio? Creía que era una de tus bromas, jajaja.

-¡Qué va! Ya os dije que era una tradición centenaria.

            -¡Oye! –Repuso Marián- ¿cuál es el premio?

            -¿El premio? Pues como nunca lo he ganado, no lo sé.

            -¡Hombre! ¡Pero lo habrás visto entregar!

            -Pues ahora que lo dices,… -Leo no podía recordar ninguna entrega del premio. En realidad ni siquiera podía recordar ni como era el certamen en cuestión. Divagaba, decía respuestas vagas y muy generales. Era como si aquella usanza se hubiera esfumado de su memoria-.

            Ya en casa, el pan se comía entre risas y tragos de vino. La copiosa cena de Fin de Año dio paso a las doce uvas, y las doce uvas a los doce brindis. Estos cedieron el protagonismo a los chistes, y las carcajadas volvían una y otra vez a resonar en la estancia.

-A todo esto, Leo, ¿cuánto tiempo hacía que no salías en Nochevieja?

-Ni me acuerdo. La verdad es que desde que llegué a Prado del Cea no he pisado otra cosa. Me acostumbré a mi perro y a mis gatos y no creáis que haya necesitado más compañía.

-Hombre, pero has estado demasiado tiempo allí solo. ¿No crees que ya vaya siendo hora de abrirte al mundo?

-Es verdad, si ni siquiera estás integrado entre la población, por mucho que hayas quedado finalista en el concurso del pan. Leo, tu vida es más parecida a la de un ermitaño que a otra cosa,..

Leo no respondía. En el fondo sabía que había estado encerrado en aquel pueblo muchos años. Ahora es como si de repente se hubieran abierto muchas puertas, muchos candados. La conversación sobre cosas cotidianas, sobre el mundo de las motos, sobre la vida y la muerte, poco a poco hacían encajar los hechos en su memoria. Realmente la vida no se había detenido desde aquel fatídico día de junio de 2010, en el que tomara posesión por última vez de su casona, sino que había continuado hacia adelante. Realmente, habían sucedido muchas cosas. Cosas que Leo no había disfrutado al haberse recluido allí. Cosas que se había perdido y tiempo que no volvería.

Lejos de toda verdad, la locura de Leo no era más que un mecanismo de defensa de su atormentada cabeza. Verdaderamente, Leo no fue nunca finalista del concurso del pan de Año Nuevo, ya que el citado certamen nunca se celebró más que en su propia imaginación necesitada de vida social. Tampoco había ninguna condena real sobre él. Es cierto que su propia familia lo rechazó al abandonar la carrera eclesiástica que por tanto tiempo había desempeñado, pero realmente, aparte de aquella decisión, Leo nunca había cometido mal alguno que justificaran esos seis años y medio de reclusión mayor que había vivido en la casona. Ahora se daba cuenta de ello y también del tiempo perdido. Se daba cuenta de que él mismo había sido su peor enemigo durante todos estos años. Se repetía una y otra vez que no merecía vivir en sociedad, que la vida y el placer no estaban hechos para él. Se sentía culpable y avergonzado por no haber hecho feliz a su madre. Llevaba cargando con aquel peso inhumano durante todo este tiempo y no se había dado cuenta de ello. ¿Cómo puede ser que hubiera estado aletargado tantos años? ¿Hasta qué punto un destierro familiar puede dominar la mente de una persona  empujándola a una vida de reclusión y de auto engaño?

Son las nueve de la mañana del día uno de enero del año dos mil diecisiete. Los tres amigos regresan de tomar un chocolate con churros después de la fiesta de Fin de Año. Lo han pasado en grande y la alegría les acompaña. Una vez en casa, y antes de acostarse, Leo se mira al espejo. Descubre en su cara un montón de cosas nuevas. El paso de los años no ha sido en balde. Se pregunta a sí mismo cómo pudo haber estado así tanto tiempo. No sólo se ve con menos pelo y con más arrugas -ya ha cumplido medio siglo de vida- sino que se descubre a sí mismo como una nueva posibilidad, como si fuera un nuevo amigo, a veces un desconocido, pero lleno de ganas de vivir, apasionado por construir una vida nueva, un mundo mejor.

Entre bostezos y con los ojos llorosos, Leo se da cuenta de la feliz coincidencia: hoy es el primer día del resto de su vida. También hoy es el primer día del Año Nuevo. Una sonrisa de satisfacción ilumina su rostro: ha decidido darse una nueva oportunidad a sí mismo y vivir una nueva vida.

Fin.


viernes, 16 de diciembre de 2016



REFLEXIONES ANTES DE LA NAVIDAD.
por
Juan Cid Astruga.-



Cuenta la tradición que hace más de 2000 años vino al mundo el Salvador, encarnándose en un niño. Se dice que nació pobre y en un establo, ya que en la posada no fueron admitidos. Se trataba de un Dios que se hacía hombre en la más absoluta discreción, humildad y pobreza. Un Señor que vino a corregir los desmanes de una religión dada a un pueblo elegido para liberarlo y entrarlo en su Reino.
Después de esta breve introducción histórica, la pregunta primordial para continuar con este ensayo es la siguiente: ¿Qué es la Navidad?
Los teólogos dirán que es la celebración del nacimiento de Jesús de Nazaret, el Hijo de Dios. La irrupción de la presencia humana de Dios en la Historia,… Los creyentes del montón posiblemente no sepan expresar en qué consiste la Navidad. Los fanáticos lo verán como un motivo para justificar separaciones, guetos y otras categorías de odio. Los agnósticos lo verán como una fiesta laboral en el calendario. Y, los ateos, como una imposición de la Iglesia hacia la sociedad al obligar a hacer fiesta ese día, por ejemplo.
Para los comerciantes y hosteleros puede verse como una lotería, en el sentido de los beneficios producidos por las compras y comilonas que se hacen en estas fechas. Para las compañías eléctricas, es un filón de oro puro, debido a las luces que se instalan en las ciudades y también en algunas casas. Sea como sea, el concepto sobre la Navidad es algo muy distinto según se mire.
Por cierto, usted que lo está leyendo, ¿qué opina sobre la Navidad?
Ya he mencionado tres características esenciales de la Natividad del Señor: discreción, humildad y pobreza. Sin embargo, tanto a nivel eclesial, como a nivel social, e incluso a nivel personal, muchas veces lo que se puede observar es ostentación, prepotencia y derroche.
Está claro que todo acontecimiento de repercusiones históricas tiende a ser celebrado de una u otra manera, y que la consecuencia del Nacimiento del Hijo de Dios en Belén no puede ser menos. No obstante, y basándome en el Evangelio, si el reino que Jesús vino a instaurar no era de este mundo, ¿por qué hacemos de este acontecimiento algo tan mundano? Y no me estoy refiriendo a los villancicos, celebraciones religiosas y gestos de buena voluntad con nuestros paisanos, sino a todo el fasto y derroche que viene aparejado con ello muchas veces.
¿Qué tiene de cristiano llenar las ciudades de luces de colores? ¿Qué tiene de cristiano la ostentación de bienes y dinero? ¿De qué me sirve celebrar unas fiestas llenas de materialismo, si no me importa un pimiento lo que se está celebrando? ¿Cómo puedo disfrutar de una comida familiar si me van a dar en todos los morros con la soberbia de mis anfitriones, o me van a imponer una serie de situaciones por las que no quiero pasar? Y, ¿qué pasa si es al revés? Vamos, si soy yo el que ostenta bienes materiales, impone injusticias y doy en los morros a los demás?  
Sea como sea, la Navidad no tiene nada que ver con un tío gordo de barba blanca que se ríe con la “o” y que sólo habla del espíritu de la Navidad para que consumas a troche y moche. La Navidad no es una fiesta del consumo. La Navidad consistía en el germen del amor fraterno, de la entrega total desde cero.
Bien entendida, la Navidad debería ser la fecha de recordatorio y examen de conciencia de un compromiso de amor, solidaridad y sencillez. Digo recordatorio porque celebrarla cada año significaría aceptar y renovar el compromiso de seguir y cumplir con las enseñanzas de Jesús de Nazaret. Y, menciono examen porque debe ser un tiempo para recapacitar sobre nuestra fidelidad al compromiso asumido. Hablo de amor porque si Dios es amor, seguir a Dios implica amar. Amar implica tolerar, comprender, disfrutar, vivir,… La solidaridad es aplicar el amor a quienes están a tu lado y también a quienes no conoces y no están a tu lado. Y la sencillez es el respeto a los recursos naturales, es vivir sin lo superfluo.
A todo esto, cuando vemos las luces navideñas, vemos los anuncios de televisión, con regalos, turrones y demás, ¿en dónde aparece Jesús? ¿Acaso no se ve a Santa Klaus y al consumo como los verdaderos protagonistas de la Navidad?
Después de estas breve reflexiones, ¿cree usted que en estas fechas se celebra la Navidad? O, por el contrario, ¿se ha desviado mucho lo que hay ahora de la idea original?
Terminada esta reflexión, no me queda más que desearles a usted y a los suyos una feliz Navidad, o lo que sea que usted celebre.


lunes, 21 de noviembre de 2016


Juan Cid Astruga







HAYKUS DE PRIMAVERA Y VERANO.



Haykus de Mayo.
24/05/16

Mi gato en mi pecho ronroneando.
Mi perro a mi lado meneando el rabo.
Así es mi presente esta tarde de Mayo.


Miedo derrotado,
corazón rejuvenecido,
frente que se enfrenta al viento.


Cigarrillos de humo blanco
que intoxican el pulmón,
quemadores de vida son


25/05/16

Atiendo llamadas,
reparto sonrisas,
la vida es bonita.


26/05/16

Paisajes de ensueño
perciben mis ojos,
primavera en mi vida.


Desatando nudos en mi cabeza.
La realidad se ve distinta,
yo la dibujo.


27/05/16

Descubro oportunidades,
aprecio detalles nuevos,
todo cambia.


Pequeñas tareas,
grandes historias,
así es la vida.


29/05/16

Tardes de sofá,
alma adormilada,
tormenta por dentro y por fuera.


30/05/16

De buena mañana respiro profundo.
Mis pulmones se llenan.
Conecto con el universo.


Haykus de Junio.
01/06/16

Respira profundo,
relaja tu mente:
disfruta el presente.


Corre por el monte
comiendo boñigas,
mi perro es muy feliz.


02/06/16

El Sol ilumina la tierra,
la vida despierta,
todo es hermoso.


Si no estás decidido
no lo conseguirás,
la vida es así.


03/06/16

Trinos de golondrinas,
aroma de mies:
¡Primavera en marcha!


4/6/16

Mañana de junio,
viento en la cara,
Sol en la espalda.


5/6/16

Campos verdes bajo el Sol,
sudor en la camiseta,
paz de las tierras de Castilla.

Pueblos de la Meseta,
concentraciones moteras,
primavera, Sol y carreteras.


6/6/16

Los pájaros cantan sin alegría,
el cielo está gris oscuro,
tormenta y lluvia se acercan.


7/6/16

Aroma de amanecer,
frescura que llena el pecho,
gozo que inunda el alma.


8/6/16

Rosas recién cortadas,
alegrías femeninas,
llevan paz a la oficina.


Babas de perro en la cara,
todos los amaneceres,
alegrías y quereres.


Café calentito
reconforta el cuerpo
y también por dentro.


9/6/16

Campos roturados,
arados en el camino,
cereales y buen vino.


El Sol calienta mi casa,
las mantas dejan mi cama,
se acerca el verano.


10/6/16

Fiesta de golondrinas,
risas de pajaritos,
alegría en el ambiente.

13/6/16

Nubes blancas de algodón,
que voláis surcando el cielo.
¡Yo quiero ser una nube!


Cielos enladrillados sobre mi patio.
Agua que caerá refrescando el suelo.
Vapores que retornarán a las nubes.


14/6/16

Cantos de golondrinas,
suave brisa de primavera,
amanecer en el campo.


Verdes prados,
azules cielos,
cálidos vientos.


15/6/16

Lluvia de junio,
frescura de primavera,
jersey sobre los hombros.


16/6/16

Suelos mojados,
viento, sol y nubes,
tranquilidad en las calles.


17/6/16

Amanecer en Castilla:
El Sol acaricia los campos
y los colores despiertan.


18/6/16

¡Aire puro, aire fresco!
¡Verde vivo en los prados!
¡Cantan alegres los pájaros!


19/6/16

Temprano me levanto,
disfruto del tiempo,
hago mis trabajos.


20/6/16

Brisa de amanecer
Cantos de golondrinas
Nueva jornada que comienza


VERANO.
21/6/16

Sudor en la frente,
Sol en la espalda,
calor de fragua.


22/6/16

Campanadas que suenan lejanas,
murmullos de aves felices trinando,
paz y concordia en el campo.


Trabajo bien hecho,
buenos frutos da:
Satisfacción y descanso.


23/6/16

Caminos despejados,
campos soleados,
viajes tranquilos.


24/6/16

Coros de golondrinas
saludando la mañana:
¡Bienvenida sea la vida!


27/6/16

Golondrinas madrugadoras,
parlanchinas, juguetonas,
siempre revoloteadoras


Momentos gatunos,
son los desayunos,
ronroneos y maullidos.


28/6/16

Calor, luz, brisa suave.
Verano en el campo.
Cosechas, tractores y arados.


29/6/16

Avispas en el buzón,
entrevista con Hacienda:
¡Nada bueno son!


30/6/16

Aires cálidos al amanecer.
Fragancias de siega y de mies.
Colores que siguen dormidos.


Haykus del mes de Julio.
1/7/16

Vacaciones a la vista,
ilusiones y proyectos.
El tiempo va más deprisa.


2/7/16

Un vaso de vino,
conversar con un amigo,
día de mercado.


4/7/16

Temprano amanece,
trinos de golondrinas,
cielos cerúleos.


6/7/16

Brisa de mar y Sol escondido,
playas semidesiertas,
rocas, maderos y aguas cristalinas.


7/7/16

Bellezas desnudas al aire libre,
Baja mar en modo absoluto,
Escaso rumor del agua, pasos perdidos.


16/7/16

Arrumacos de mi perro,
bienvenida del nuevo día,
instantes plenos y fugaces.


17/7/16

Buen desayuno preparado,
Mi perro me roba el pasiego.
Se acabó el buen desayuno,...


18/7/16

Frescor del amanecer en el rostro.
Fin de las vacaciones.
Otra vez en el trabajo.


19/7/16

Un pájaro en una rama,
una sombra en el suelo,
Un instante nada más.


21/07/19

Amigos que te acompañan,
felicidad en el camino,
momentos irrepetibles.


25/07/16

¡Madrugando más que el Sol!
¡Apurando más el día!
¡Pero el ritmo no cambia!


Haykus del mes de Agosto.
1/08/16

Mañana del mes de agosto,
halcones que vuelan los campos,
culebras que se agazapan.


3/08/16

Velocidad en la cara,
cuerpo relajado.
¡Pilotaje que se disfruta!


4/08/16

Aroma de lluvia,
frescor en el rostro,
tormentas de agosto.


14/08/16

Al fin en silencio,
la playa y yo,
ambos desnudos.


22/08/16

Estribillos que suenan,
acordes que se te pegan,
musiquillas que te acompañan.


24/08/16

Fiestas de pueblo,
Orquestas, peñas y bailes,
Otro ciclo que se cierra.


26/08/16

Olor de lluvia,
tierra mojada:
¡Vida que se abre camino!


Haykus del mes de Septiembre.
06/09/16

Luces mañaneras,
bebida isotónica:
Gastroenteritis aguda.


08/09/16

Amanecer septembrino,
Frescor en las mejillas,
Se escapa el verano.


19/09/16

Se despide, ya, el verano.
La casa se enfría.
Los gatos se acurrucan.


20/09/16

Niños que van al colegio
Camisas de manga larga
El otoño ya llegó.



Otoño que llega,
verano que marcha,
haykus que se terminan.


FIN.